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jueves, 1 de noviembre de 2018

No se deben consumir latas abolladas?


En esta nueva sección, intentaremos aclarar algunas dudas que, posiblemente, algunas personas se planteen.
Sabemos de siempre que las latas de alimentos que han sido golpeadas no se deben consumir. Nos enseñaron a descartar conservas con los envases deteriorados, pero pocas veces nos explicaron por qué.

Las latas de conservas llevan en su interior una capa de esmalte protector, que en algunas es blanco y en otras no se aprecia, porque es transparente. Esta capa hace que los alimentos no estén en contacto directo con la lata.
Cuando una de ellas es golpeada, hasta el punto de sufrir deformaciones o abolladuras, puede que el esmalte interior resulte dañado. En este caso, el alimento entra en contacto con la lata y produce un ácido llamado botulínico. Esta toxina es el veneno más potente que existe. Suele desprender gases, por lo que las latas que la contienen, pueden presentar formas abombadas o expulsar aire al ser abiertas.
En cualquier caso, la toxina botulínica no altera el sabor, ni la apariencia, ni el olor del alimento infectado, por lo que es importante prestar atención al aspecto del envase, más que al deterioro del contenido.
Los síntomas de envenenamiento por esta toxina, pueden ir desde sequedad de boca, nauseas, vómitos, diarreas, inflamación abdominal, mareos, parálisis parcial, hasta la misma muerte del individuo que la haya consumido.
Ese es el motivo por el cual debemos prestar especial atención al buen estado de las latas de conservas, que a pesar de ser una forma de envasado bastante seguro, por los controles exhaustivos de calidad, higiene y seguridad, no es libre de presentar este tipo de problemas externos.
En solo unos segundos, comprobamos que la lata que vamos a consumir está en buen estado, y ya podemos disfrutar de ella.

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