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sábado, 10 de noviembre de 2018
Bollería casera
Los fines de semana de invierno, son muy apropiados para entretenerse en la cocina. Hoy hemos hecho una masa de bollería. Hacía mucho tiempo ya desde la última, y casi había olvidado la receta, pero al final ha quedado bastante bien.
La bollería es, quizá, una de las masas más versátiles de todas las que se hacen en pastelería. La misma materia prima, varía muchísimo en textura y sabor según cómo la cocinemos después.
Si decidimos freírla, obtendremos deliciosos donuts, berlinas o xuxos. Si, por el contrario, optamos por usar el horno, podemos hacer gran cantidad de formas y rellenos, como ensaimadas, trenzas, roscos, bollitos con pepitas de chocolate, y un sinfín de combinaciones más.
Todo es la misma masa. Incluso, si la hojaldramos con un bloque de margarina, podremos hacer con ella croissants y napolitanas.
Ana y yo, hemos decidido esta tarde, añadir pepitas de chocolate y ponerla al horno.
Ingredientes:
_ 500 gr. de harina
_ 80 gr. de azúcar
_ 2 huevos
_ 50 ml. de aceite de oliva
_ 350 ml. de leche
_ Una pastilla de levadura fresca de panadería
_ Una pizca de sal
_ 1 huevo para brochear
Elaboración:
Amasamos todos los ingredientes durante cinco minutos. Esta masa es mejor hacerla con máquina, porque es bastante más pegajosa que la del pan, y con las manos es muy difícil de manejar. Se puede usar una varilla manual o cuchara de madera, en el caso de que no vayáis a usar amasadora.
Se deja reposar la masa hasta que haya doblado su volumen, y después, se vuelve a amasar para sacar el aire.
En este momento, dividimos la masa en porciones, según lo que vayamos a hacer. Para unos donuts de tamaño normal, berlinas, bollos de azúcar o cualquier pieza de bollería, lo ideal es cortar la masa en dieciséis trozos. Puede que al principio os parezcan pequeños, pero después volverán a doblar su tamaño.
Se les da la forma adecuada a lo que queramos obtener, ayudándonos de un poco de harina para poder manejarla.
Si hemos decidido añadir pepitas de chocolate, lo ideal será mezclarlas con la masa antes de hacer las bolitas.
Si las vamos a freír, colocaremos las piezas en una bandeja con bastante harina, para que no se queden pegadas y se vengan abajo al intentar cogerlas.
Los donuts se fríen en aceite de girasol, a fuego medio, cuando el aceite está ya bien caliente, pero no a tope. En el momento de freírlos, aumentan un poco más de tamaño. Después, se pueden pasar por azúcar normal, azúcar glass o bañarlos en chocolate, según el gusto de cada uno.
Las piezas que van al horno, se brochean antes de meterlas con huevo batido, y se ponen a 180º hasta que se vean doradas. Tardan muy poco, más o menos 10 minutos, así que hay que estar con cuidado, para evitar que se pongan demasiado morenas. Las pepitas de chocolate vienen preparadas para no deshacerse con el calor del horno, quedan muy bien incluso si ponemos algunas por encima para decorar.
Un truco para que queden más esponjosas nuestras piezas de bollería, es añadir a la masa un sobre de gasificante. Esto hará que la masa suba un poco más, y le dará una textura más suave. Nosotras hoy no teníamos, así que las hemos hecho sin este ingrediente, que no es imprescindible, pero ayuda bastante.
La bollería hecha en casa, además de ser fácil y quedar deliciosa, es una opción estupenda para comer dulces sin atentar contra nuestra salud. Las bollerías industriales son una de las cosas más perjudiciales para el cuerpo, por la gran cantidad de ingredientes nocivos que contienen. Las grasas usadas en este tipo de productos, suelen ser de las más dañinas, así como la gran cantidad de estabilizantes, conservantes, aromas artificiales y potenciadores del sabor. Una mezcla explosiva para nuestra salud, que además, no está ni la mitad de buena que la que resulta de hacer en casa.
Os recomiendo mucho esta receta, por sabor y por salud.
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