Es una fuente de vitamina K, necesaria para reforzar los huesos, vitamina C, para las defensas, betacarotenos, para frenar el envejecimiento, hierro, calcio, potasio, fósforo, ácido fólico y vitamina A.
Consumir perejil en nuestros platos, favorece la digestión, depura los riñones, ayuda a bajar de peso, regula la presión arterial, aumenta la resistencia de piel y mucosas, mejora la circulación y previene los resfriados y la gripe.
En infusión, o simplemente triturando las hojas y aprovechando su jugo, podemos obtener múltiples beneficios de esta hierba, también a nivel tópico. La piel y el cabello obtienen más brillo y resistencia, siendo capaz una mascarilla hecha con hojas frescas de perejil trituradas, de devolver la tersura y luminosidad a una piel apagada, así como suavizar y hacer más brillante y resistente a la caída nuestro cabello. Buen remedio para los problemas de caspa y seborrea, usando una infusión de perejil como último enjuague. Puede ser una solución para piojos, y es eficaz para estimular el crecimiento del pelo y evitar la caída, así como intensificar su color natural.
Además, refresca y purifica el aliento, por lo que suele ser usado junto al ajo, para contrarrestar olores desagradables.
Es una planta muy fácil de mantener. No necesita un espacio determinado, aguanta muy bien el frío y calor extremo, y solo requiere ser regada con frecuencia para estar preciosa.
En la época de verano, los tallos crecen y se vuelven mucho más gruesos. Es el momento en el que la planta empieza a secarse, para echar la semilla.
Si tenemos una planta de perejil en casa, lo ideal es ir cortando las hojas que necesitemos, dejando siempre, al menos, una en el centro, que será la que crecerá y echará la semilla para la siguiente temporada.
Si las cortamos todas, no volverá a brotar, así que hay que tener esa precaución.
Podemos sembrar nuestro perejil de semilla, es muy fácil conseguir que brote, tan solo manteniéndolo húmedo y con bastante luz. No hay que enterrar las semillas demasiado, para que no les cueste mucho salir a la superficie, con apenas dos milímetros de tierra por encima, es suficiente.
Y además, tenemos la opción de tener nuestra planta de perejil en un vaso con agua, en nuestra cocina. Yo he probado a arrancar varios tallos con raíces y sumergirlas. El de la foto tiene ya casi un mes, y he observado que las raíces han crecido bastante, y tiene muchos brotes nuevos. No sé si a la larga, echará de menos los nutrientes de la tierra, pero por ahora, está funcionando.
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