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viernes, 19 de octubre de 2018

El tomillo centenario.

Siempre me ha gustado cocinar utilizando, dentro de lo posible, ingredientes frescos y naturales. Me interesó siempre, además, conocer las propiedades de las plantas aromáticas y medicinales, tanto para usar en cocina, como aderezos, como para tomar en infusiones, e incluso para fabricar mis propias cremas y jabones caseros.
A medida que iba investigando sobre el tema, crecía mi interés por cultivar mi propio huerto de aromáticas en casa, pero nunca fui capaz de conseguir tener más de tres variedades. Las condiciones de interior no fueron buenas para ellas, y poco a poco tuve que sucumbir a la idea de tener que comprarlas secas, metidas en tarritos de cristal... o de plástico.
Lo primero que vi cuando vine a esta casa fue el arriate que hay justo a la derecha de la puerta de entrada. Un espacio perfecto para colocar ahí cuantas plantas pudiera desear, y en el que, seguramente, prosperasen mejor que en el alféizar de una ventana o en la encimera de la cocina.
Dos plantas de romero gigantescas, dominaban el arriate, y a su lado, un rosal medianamente vivo. Caminé hasta el final, y descubrí allí una especie de arbusto, al parecer con bastantes más años de los que yo puedo contar, por el aspecto del tronco. A pesar de estar bastante informada acerca de muchas especies de plantas, no lo reconocí a primera vista, puesto que tampoco estaba muy provisto de hojas que digamos...


Me dijeron que se trataba de una planta de tomillo silvestre. Alguien me enseñó, hace años, que para poder percibir mejor el olor de las aromáticas, lo ideal era masajear suavemente con los dedos alguna o algunas de sus hojas, y después acercarlos a la nariz. Era tomillo, pero no se parecía en nada al que yo había podido ver hasta entonces. Me gustó el arbustito, y me alegró saber que no iba a ser difícil mantenerlo con vida, porque ya habían pasado por él, que se supiera, más de sesenta inviernos, con sus veranos correspondientes. Nada parecido a las plantitas tiernas y endebles que yo compraba, para verlas morir en pocas semanas, sedientas de agua de lluvia y sol directo.
El tomillo silvestre es un arbusto de tallo leñoso, que no suele alcanzar más que unos treinta centímetros de altura. Sus hojas, pequeñas y de un verde grisáceo, se disponen a lo largo de las ramas. Las flores brotan en verano, tienen forma parecida a la esfera, y son de tonos malva. En la época de floración, es cuando más aroma y sabor puede aportar nuestra planta a cualquier aplicación que le queramos dar.
En cuanto a las propiedades del tomillo, podemos decir que se trata de una planta con tantas posibilidades, que es difícil mencionarlas todas sin dejar alguna atrás.
En la cocina, se usa para aromatizar platos de carne, aliños, salsas, sopas y asados. Se puede consumir fresco o seco, en rama, o desgranando las hojas.
Sus propiedades digestivas lo hacen especialmente apropiado para ser aderezo de platos grasos, ya que ayuda a evitar flatulencias, dolores estomacales y sensación de pesadez.
Pero el uso en la cocina no es el único que se le puede dar a esta planta. Su utilidad va mucho más allá del toque de sabor y aroma que lo distingue de entre muchos.
Una infusión de tomillo, además de favorecer nuestra digestión, puede ayudarnos a combatir problemas respiratorios, dolores menstruales, e incluso mejorar los casos de anemia, por su alto contenido en hierro.
También esta infusión nos puede ayudar a tratar problemas en la piel y el cabello. Es un remedio excelente para solucionar problemas de acné, ya que ayuda a combatir la grasa. Favorece la formación de elastina, tiene efecto cicatrizante y regenerador, aporta brillo y estimula el crecimiento del cabello, así como también es bueno para evitar la caspa y la caída. Lo podemos usar también como repelente de insectos, y como desinfectante en heridas.

Después de conocer sus múltiples usos y sus excelentes propiedades, imagino que nadie podrá resistirse a incorporar el tomillo a su lista de imprescindibles en casa. Por mi parte, seguiré cuidando mi arbustito como lo que realmente es: una joya.

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