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sábado, 27 de octubre de 2018

¿Parra o vid?


Hoy visitamos el vivero. Solemos ir, al menos, un par de veces al mes. Me encanta ver las plantas nuevas que van llegando. El primer sitio que visito, siempre, es la mesa de las aromáticas. Mi arriate necesita tener todas las variedades posibles, y casi siempre hay alguna nueva que me puedo traer.
Pero hoy no íbamos a comprar plantitas pequeñas, ni de decoración. Hoy era día de frutales.
No es buen sitio para este tipo de árboles la zona donde vivimos. Las heladas en invierno son muy fuertes, y el verano, termina quemando todo lo que no se congeló con los fríos. Los climas extremos tienen esa dificultad. Además, el sustrato es de una calidad bastante pobre, y hay mucha roca. Aún así, no nos resignamos, y siempre vamos buscando plantas y árboles que resistan este tipo de dificultades, para poder tener un bonito jardín, y algunos frutos que recoger cuando llega la época.
Tenemos muchas ganas de tener un naranjo, o un mandarino, pero nos hemos resistido a la tentación, porque sabemos que los cítricos aquí tienen muy pocas posibilidades de vida. A pesar de todo, el limonero que compramos hace dos años, está vivo y tiene muy buena salud, pero no se tiene siempre la misma suerte.
Nos gustó el nogal, pero decidimos no cogerlo hasta el final. Desde luego, yo no iba a irme de allí hasta que no mirase una por una todas las plantas. Y haciendo el paseillo de rigor, encontré lo que realmente llevo buscando tanto tiempo: la vid.
Darme cuenta de que era de uvas negras, me hizo abrir los ojos aún más, pero lo mejor es que la variedad, además, era ¡sin pepitas!
Cogí la más bonita que había, dentro de lo que cabe, porque esta es la época en que las hojas se empiezan a deteriorar, al ser la vid un arbusto de hoja caduca.
La variedad es vitis vinífera. Tener una vid ya era algo que venía deseando hace tiempo, pero que fuese de uvas negras, y además sin pepitas, eso... ya es otro nivel...
La pregunta del millón, que muchos alguna vez, como yo, se habrán hecho, es: ¿es lo mismo una vid que una parra?
Pues sí, es exactamente la misma planta. Arbustiva, trepadora, de tallo leñoso y hoja caduca. Los frutos son bayas de forma ligeramente ovalada y tamaños diferentes, según la variedad.
Lo que diferencia una vid de una parra, es la forma de podarla. La parra es una vid podada de forma que se le permita crecer en altura. Hay que tener un soporte donde se pueda ir enredando, para poder dirigirla. Es una planta que pasa el invierno en estado latente, y comienza a brotar en primavera, para dar el fruto en los meses de verano.

La uva es una de las frutas estrella de nuestra gastronomía. Durante mucho tiempo, nos ha llevado a error el hecho de que las dietas de adelgazamiento la colocasen en la lista de alimentos prohibidos, por su alto contenido en azúcar, según decían.
Pues bien, el contenido de azúcares de este fruto, en realidad no es alto, sino medio. Y además, el aporte calórico se ve contrarrestado con su capacidad depurativa.

Además de sus propiedades depurativas, destaca el hecho de que pueden ser de ayuda para equilibrar el contenido de glucosa en sangre, ya que estimulan la producción de insulina. También son apropiadas para mejorar el estado de ánimo y superar etapas de fatiga y cansancio.

Pero lo más interesante que os tengo que contar acerca de las uvas, viene ahora.
En la piel de la uva negra, se encuentra una sustancia llamada resveratrol. Este compuesto, actúa como antibiótico natural para la vid, protegiéndola de infecciones por hongos. Pero no solo para la vid es beneficioso este compuesto.
El resveratrol es el antioxidante más potente que existe, por encima de la vitamina E. Un compuesto capaz de actuar a nivel interno, promoviendo el rejuvenecimiento celular en, prácticamente, todos los órganos de nuestro cuerpo. Lo más visible, después de consumir resveratrol de forma continua, será la mejora evidente del estado de nuestra piel. Pero, a nivel interno, su actuación es mucho más relevante, por ejemplo, devolviendo elasticidad a los vasos sanguíneos, de forma que las personas que lo consumen, tienen menos riesgo de sufrir enfermedades cardiovasculares. Es excelente, además, para proteger nuestro sistema inmunológico, previene el cáncer y puede ayudar a frenar, incluso, el Alzheimer. No en vano, algunos estudiosos del tema lo han llegado a llamar "la molécula de la eterna juventud".

La mayor concentración de este compuesto la obtenemos del vino tinto, pero el problema es que el consumo de éste debe ser moderado, por el alcohol que contiene.

Podemos cuidar nuestro cuerpo de una forma tan natural como deliciosa, incluyendo en nuestra dieta más cantidad de uvas. Yo voy a intentar que mi vid se encuentre muy cómoda en casa, y el verano que viene espero poder enseñar los frutos.....

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